Aprieta tan rico la hija de mi compadre

Mi ahijada me sedujo con sus tentadoras tetas morenas y con sus nalgotas de hembra en celo que me nublaron la razón y me ponen en una situación delicada con mi compadre de toda la vida. Todo empezó en una fiesta que se hizo en su casa, donde la neta me puse bien pedo y ella me trajo a mi casa. Pero en lugar de irse, me desnudó y me metió a la regadera para bañarme y que se me bajara el alcohol, pero con sus caricias delicadas no pude evitar que se me pusiera bien dura la reata y, aunque intenté taparme por vergüenza, ella aprovechó mi estado para comenzar a acariciarme la reata y confesarme que siempre había querido coger conmigo, desde una vez que me vio orinando por error y vio el buen tolete que cargo entre las piernas. Lo demás, es historia.