Casada infiel y cachonda seduce al mejor amigo de su marido

Desde siempre he regañado a mi mujer por ser demasiado indiscreta, pero quizás con esto la vieja aprenda a no andar ventilando nuestra vida por todos lados. Su último desliz fue chismearle lo rico que le exprimo la papaya casi todos los días, cuando la cabrona le preguntó a mi mujer porqué está conmigo si estoy bien jodido (llevo más de tres meses desempleado). Obviamente la morra tiene colmillo porque lo que en verdad quería confirmar la putita era que soy buen cogelón, porque al día siguiente fue a verme mientras mi mujer estaba de turno en el hospital para que le diera su buena revolcada en la cama matrimonial hasta que acabó satisfecha luego de correrse tres veces seguida.