Nada mejor en la vida que ver a una guerita joven encuerada y lista para cometer actos de fornicio sin perdón de dios, pero esta vez se pasó de lanza la guera porque el que le iba a empujar la reata era nada menos que el abuelo, un pelón tatuado que no acepta su edad pero si a todos nos va pasar el tiempo y nos va dejar hasta la madre, pero si la chava lo quiso será por algo! Una delicia de vieja, seguro el guey esperó impaciente a que cumpla sus 18 o 19 para que se disipe el olor a prisión, aunque esas viejas con caritas de inocente por lo general son las más desmadrosas! Aunque sí hay que decirlo, el calvito se sacó la lotería con la nieta.