Despertando a mi hermana con mi verga entre sus nalgas

Mi carnala se fue poniendo cada vez más buena conforme se convirtió
en una mujer en toda la extensión de la palabra. Ahora que ya es legal, está
más radiante que nunca: con un buen par de tetas color chocolate que es
imposible resistirse a chupar y apretar, unas nalguitas sabrosonas que aprietan
rico cuando mi verga las babea y se desliza en medio de ellas, va, era
imposible que la siguiera viendo únicamente como mi hermana y poco a poco fui obsesionándome
con ella hasta que no pude más y una noche me colé en su cuarto para besar ese
culito en calzones, moverlo hacia un lado y untarle la verga. Ella se despertó,
pero en vez de sacarme aventó la colita para atrás…