Dos palos seguidos con mi morenita insaciable

Mi morra
estuvo fuera únicamente durante los quince días de semana santa pero para mí se
me hizo eterno. Desde que empezamos a salir, mi vieja y yo no habíamos pasado un
solo día sin disfrutar de nuestros cuerpos. Incluso en las veces en las que no
teníamos lugar para irnos a coger rico, al menos nos escapábamos a un parque
para que mi vieja me la mamara chido entre los arbustos o nos metíamos al metro
en hora pico para meterle los dedos y untarle el camarón en sus nalguitas
mientras la gente nos ocultaba con sus cuerpos. Pero estos quince días fueron
una tortura y cuando nos volvimos a ver quisimos desquitar toda la calentura acumulado
y nos chingamos tres culeadas al hilo

Más Vídeos Similares