La carnalita de mi compa me puso la verga bien tiesa y acabó bien ensartada.

Sé que está cabrón chingarse a la hermanita de un compa, por
muy jariosa y putita que sea. Pero neta que la chavita tiene unas nalgas bien
hinchaditas y afelpadas, que aguantan chido las nalgadas y me excita ver cómo
se marca mi mano en ellas cuando las aprieto para abrírselas y ver que se
trague toda mi reata. Además, fue ella la que no dejaba de insinuárseme cada
vez que su hermano no veía, untándome las nalgas en el chile o, incluso, una
vez sacándose una de sus ricas tetas “por accidente”. Finalmente pasó que mi
novia no me dio la panocha una semana, yo tenía un buen de leche en los huevos
y una calentura cabrona y me la acabé chingando en la casa de mi amigo… y desde
ahí no hemos dejado de culear.