La culona vecina infiel me atiende mucho mejor que mi vieja

Mi vieja y la vecina se volvieron bien amigas desde que la última se mudó a vivir a la colonia. La verdad es que cuando las veía juntas, no podía evitar clavar la mirada en las enormes pompotas que se carga la vecina, siempre me imaginaba que metía mi cara en medio de su culote gordo para lamerlo y hacerla gemir de placer mientras le metía dos o tres dedos para sentir como se abría para mí. Entonces el destino me echó una manita cuando mi mujer tuvo que volver a Tuxtla para cuidar a mi suegra, enferma ya para las últimas, y se le ocurrió que era buena idea dejarme encargado con su nueva amiga, la cual debo decir que ha aprendido a atenderme mucho mejor que mi vieja… hasta en el sexo