La golosa de la comadre recibiendo verga sin piedad

La pobrecita de la comadre se quedó sola después de que el compita se largara con una muchachona de menos de veinte años que le untó el culito (cabe decir que tiene una buena chamba que le permite cumplirle todos sus caprichos a la chamaca). Aunque al principio andaba deprimida, al final la comadre me confesó que su marido ya no la satisfacía sexualmente y esperaba poder recuperar el tiempo perdido con un macho ponedor que sí supiera hacerla vibrar de placer. Ni tardo ni perezoso le invité un six para que terminara de relajarse y en menos de media hora ya estaba encima de la comadre, con mi pinga bien ensartada en su chochito mojado mientras ella rasguñaba mi espalda con sus uñas de lo rico que sentía la cabrona.

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