Las chichotas de mi cuñada me orillaron a traicionar a mi carnalito en su propia casa.

Mi nuera me empezó a tirar los perros desde que mandaron a
mi carnalito al reclu. Aunque sólo va a estar entambado cuatro meses, su vieja que
está bien sabrosa (y por lo tanto está acostumbrada a siempre tener una reata
bien dura atravesada en el chocho) no pudo aguantar más de dos semanas sin su
biberón antes de voltear a verme y comenzar a parar el culo para que yo le
diera lo que por el momento mi carnal nomás podía darle a lo sumo una vez a la
semana en su visita conyugal (muy incómodo el pedo, conforme a lo que me ha
dicho). Pero por más que intenté no hacerle una culerada a mi carnal, esas
tremendas tetas morenas son imposibles de resistirse para cualquier macho que
se respete y pues ni pedo, aquí le cuido a su vieja.