Le bajé lo amargada a mi maestra con unas buenas metidas de verga

Pasan cosas mucho más preocupantes en nuestra sociedad así que espero que los adultos perversos de Internet no me juzguen por lo que acabo de hacer, en realidad fue algo en lo que mi maestra de filosofía también estuvo de acuerdo y no hubo más qué decir, ambos queríamos hacerlo y no veíamos razón alguna para negarnos el placer de coger y fortalecer ese lazo de estudiante maestra que siempre debe haber, ella estuvo a punto de reprobarme pero tras una larga plática por la tarde llegué a entender lo que ella trataba de enseñarme, se emocionó un chingo, tanto que nos besamos y apasionadamente nos entregamos al placer del pecado, le levanté la falda, le bajé el calzón y le metí la verga pero como nunca se la había metido a nadie!