Mi amiga se puso cachonda en la peda y acabó mamándomela rico en el coche.

Desde que entré a mi nueva chamba le quise dar verga a esta
tetona bien sabrosa. Es bien coqueta y sabe que nos para la verga con sus
escotes apretados que casi casi hacen que sus chichotas morenas se escapen de
su blusa, pero aunque es una experta prendiendo el bóiler, rara vez se mete a
bañar, y me cagan ese tipo de viejas. Así que en Diciembre aproveché la posada
del trabajo para empedarla junto con otro cuate que me hizo el paro, para
finalmente terminar diciéndole que mejor yo la llevaba a su casa porque ya
andaba peda. Nos subimos al coche, y mientras yo pensaba cómo le haría para
remojar mi brocha en ella, repentinamente la vieja extendió la mano y me agarró
el pito que ya estaba por reventar mi pantalón. Tenía hambre mi amiga.