La tía de mi amigo es mi nueva zorra
En una parrillada fue que ocurrió todo esto. Era el cumpleaños de la mamá de mi amigo, así que fui a su casa. Comida y bebidas gratis, por supuesto que tenía que ir. Ese día estaba la tía de mi amigo ahí. Era mediodía pero ella ya estaba ebria y con muchas ganas de follar. Cada vez que yo estaba solo, ella se acerba a mí para acariciarme las bolas. Ya la zorra me tenía muy excitado, así que nos encerramos en el baño para hacer un rapidito. Esa no fue la única vez. A ella le gustó cómo se lo hice y ahora me llama para que la haga gemir.