Mi suegra es una madurita sensual que está más buenorra que su hija y estas fotitos lo prueban.

Mi vieja siempre evitó que yo conociera a su familia, específicamente a su madre, y la verdad a mí me daba un chingo de miedo que fuera a ser porque eran muy pesados o muy culeros, así que tampoco insistí en el asunto. Pero ahora que estamos empezando a hacer planes de boda y tantear el terreno para casarnos, fue imposible evitarlo. Entonces, cuando llegué a su casa para cenar y conocer a todos en sus casos, me quedé de piedra cuando veo que me abre la puerta una señora que, pese a estar en sus cincuenta y tantos, se veía hermosísima con un vestido que resaltaba sus pechos, bastante firmes para su edad y un culito precioso. La verdad es que la doña lucía mucho más guapa que su hija y me causó una tremenda erección que a duras penas podía tapar.

Creo que ella se dio cuenta desde ese momento y se dio una vuelta mientras decía “veo que estás feliz de verme” mientras me agarraba “de juego” la verga bien dura, “¿crees que me veo guapa?”, me preguntó. “Rechula, un placer conocerla”, le dije mientras la abrazaba por detrás untándole la verga. Sobra decir que días después volví a verla, esta vez, sin la compañía de su hija.