¡Ricos sentones que se pega mi concuña con su enorme culote blanco!

Mi cuñado ha estado de cabroncito restregándole a su vieja, casi
casi enfrente de ella, los culitos jóvenes que consigue en el putero y con los
que se gasta la quincena. Como siempre me había gustado la concuñita, además de
que de toda la vida me ha echado la mano cada vez que lo he necesitado, decidí
invitarle unas chelas para platicar con ella y ver cómo estaba. Después de un
rato, ya un poco pedos, me confesó que lo que más le desesperaba de su
situación era la falta de sexo, ya tenía más de seis meses sin echarse un
palito y sentía que la papaya le palpitaba de las ganas de verga, así que me
puse pilas para ayudarla con su problemita jajaja