Se cogieron en nombre del señor a Gali Diva

Gali Diva fue a este convento pensando inicialmente en confesar sus pecados, sin embargo cuando llegó a esa casa del señor vio a uno de los monaguillos ya siendo todo un hombre y jalándose la verga porque de alguna forma divina ella ya no tenía ropa, era el destino o una fuerza sobrenatural, pero la tetona parecía destinada a tener sexo con este nuevo amigo que ella hizo aquella tarde, uno puede estar muy entregado a la vida de religioso pero resistirse a esta mujer es una cosa humanamente imposible, ella vio que la verga de su nuevo amante no era de las mejores pero estaba tan excitada que le montó el palo demasiado rico, sabía que estaba cometiendo un pecado pero no le importó, el placer nubló su juicio.