Un hombre no me daría tanto placer como estas máquinas del placer

Todo empezó debido a unas amigas quienes me contaron que usar estos juguetes es muy rico y a veces es más placentero que tener la dura polla de un hombre en el culo, yo que soy una chica inocente y no me gustan las cosas sucias dudé mucho, pero la curiosidad me llevó a comprar un juguete de estos, un drildo, lo probé y no pude dejarlo, me compré más juguetes, vibradores, fue una adicción que se intensificaba cada vez más y ahora vean cómo me encanta mostrar mis agujeros siendo desgarrados por estas máquinas, además gano dinero así, tengo novio, me da leche y polla, pero no se compara a estas máquinas futuristas que me hacen gozar como jamás antes pensé.

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